El calzado de PANTER cuida y respeta la fisionomía podal femenina y masculina, ya que está diseñado con hormas ergonómicas que respetan la anchura del pie, asegurando descanso y libertad de movimiento. El modelo Carol O2 Atmósfera Oxígeno está especialmente pensado para ellas, siendo un mocasín laboral anti-fatiga diseñado a medida para el pie femenino. Es el mejor equipamiento para todas aquellas profesionales cuya actividad cotidiana demanda un calzado extracómodo: reponedoras, cajeras de supermercado, operarias de industria, oficinistas, etc.

Además, al contar con un elegante diseño tipo blucher y estar confeccionados en piel de tonalidad negra, resultan muy fáciles de adaptar a cualquier look de estilo urbano ya sea para ir a trabajar como para nuestro tiempo libre. Es la respuesta perfecta para sentirnos confortables durante una larga jornada de trabajo donde nuestros pies estarán como nuevos al final del día. El modelo Esther O2 Atmósfera Oxígeno, esta dotado de las últimas tecnologías y componentes para garantizar bienestar y descanso, incorporando 2 grandes innovaciones desarrolladas por PANTER en este ámbito:

La evolucionada suela Atmósfera Oxígeno, desarrollada y patentada por PANTER que, gracias a la Tecnología Oxígeno, permite al pie transpirar por la suela justo en la zona donde más se acumula el sudor, garantizando además máxima impermeabilidad y protección contra el agua. Esta suela es capaz de mantener nuestros pies frescos y secos, algo especialmente importante en verano, época en la que sufren constantemente los efectos del calor y el sudor.

La avanzada Tecnología Ergonomic patentada por PANTER, horma desarrollada bajo estrictos criterios científicos y biomecánicos, y avalada por las conclusiones del 1er Estudio Funcional del Calzado Laboral y de Seguridad en Confort y Ergonomía realizada por el fabricante de calzado de seguridad en colaboración con INESCOP, con certificado Nº I-13070356.

En este modelo se puede integrar de forma opcional la protección ESD, efectiva tecnología frente a las cargas electroestáticas que el cuerpo acumula. Esto es algo muy habitual en oficinas, hospitales y clínicas especializadas, donde se trabaja con aparatos electrónicos y ordenadores, y se requiere de un calzado con propiedades antiestáticas.