Revista
El SEIDOR AI Report 2025, elaborado por la consultora tecnológica SEIDOR a partir de entrevistas a 1.300 compañías de todo el mundo, revela que un 32% de las empresas españolas aún no sabe cómo aplicar la inteligencia artificial (IA) para ganar competitividad. Así, aunque la mayoría de organizaciones en España prevé aumentar su inversión en IA durante el próximo año, muchas siguen sin una hoja de ruta clara que conecte esa inversión con sus prioridades de negocio.
En línea con la media continental, España figura entre los países europeos con menor claridad sobre el papel que debe tener la IA en su estrategia. El 68% de las empresas españolas declara tener una opinión formada sobre el impacto que esta tecnología tendrá en su actividad, frente al 90% en China o el 78% en Oriente Medio.
Sin embargo, el informe también refleja que la inversión en IA sigue siendo una prioridad. El 73% de las compañías españolas prevé aumentarla entre un 10% y un 80% durante el próximo año, una cifra que supera ligeramente la media europea (68%). No obstante, el impulso sigue siendo más contenido que en economías como China (93%) o Latinoamérica (77%). Además, el 72% de las empresas españolas considera que esta tecnología transformará profundamente la manera de hacer negocios. Se trata de un cambio que actúa como un motor de cambio estructural en la forma de operar, en la toma de decisiones y en la forma de relacionarse con clientes, empleados y partners.
Guillermo Martínez, global Head of Solutions & Technology en SEIDOR, ha señalado que “muchas empresas están invirtiendo en inteligencia artificial, pero si esa inversión no va acompañada de una estrategia definida y una visión de impacto real, corren el riesgo de perder impulso frente a competidores que ya están alineando tecnología, talento y transformación”.
Aunque persiste cierta indefinición estratégica, las empresas españolas muestran una orientación clara hacia aplicaciones concretas. La automatización de procesos destaca como la principal área de aplicación, identificada por el 42% de las organizaciones. Se trata del punto de entrada más natural para muchas empresas, ya que permite mejorar la eficiencia operativa, reducir costes y liberar recursos en plazos relativamente cortos.
Los beneficios más valorados son también los más inmediatos: el 47% de las empresas cita la mejora de la eficiencia como el principal retorno de la IA, seguida por el aumento de la productividad (42%), la aceleración en la ejecución de tareas (40%), seguido de la reducción de errores operativos o la mitigación del fraude. Esta preferencia por resultados visibles se traduce en una adopción más activa en sectores como la industria, la logística, la energía o el ámbito tecnológico.
En este sentido, Guillermo Martínez ha manifestado: “Se observan señales claras de avance, con un número creciente de compañías que están identificando áreas concretas de aplicación, como la automatización o la eficiencia operativa, donde la IA puede generar mejoras tangibles, demostrando que el ecosistema empresarial empieza a moverse en la dirección correcta”.