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En un entorno de incertidumbre y de inflación persistente, los consumidores españoles están tomando decisiones más conscientes y selectivas sobre cómo gastan su dinero y su tiempo, tomando la calidad y el valor percibido del producto como los principales criterios de compra, por encima de la marca. Así lo reflejan las principales conclusiones del informe EY Future Consumer Index 2025.
La doceava edición de este informe revela que la clave para la competitividad radica en la capacidad de las marcas para diferenciarse y conectar auténticamente con sus clientes, en un contexto donde la mitad de los consumidores (50%) afirma que la marca tiene poca importancia a la hora de decidir qué comprar. Esta percepción está directamente influida por el entorno económico: el 59% identifica el coste de la vida como una preocupación extrema.
Inquietudes que han llevado al 47% de los encuestados en nuestro país a reducir su consumo por motivos económicos, aunque el 61% afirma que modificaría sus hábitos si bajaran los precios. Este escenario se acompaña de un sentimiento creciente de incertidumbre: el 26% se siente peor que hace cuatro meses y el 32% anticipa que su situación empeorará en el próximo año.
Ante este panorama, el estudio alerta de un cambio estructural profundo y permanente en la relación entre consumidores y marcas: la mitad de los españoles admite que la marca ya no es determinante en sus compras, incluso el 35% la considera irrelevante, y se decanta por opciones más económicas o hacia marcas de distribución. Pese a ello, los españoles no renuncian a la calidad: el 48% cambiaría de marca si esta ofreciera mejor rendimiento o sabor, y el 33% pagaría más por mejoras significativas en el producto.
Además, el consumidor español también muestra una actitud más consciente y responsable, ya que el 79% evalúa sus necesidades con cuidado y el 76% opta por reparar los objetos dañados antes de reemplazarlos. Transy Rodriguez, socia responsable del sector de bienes de consumo y distribución en EY España, considera: “Esta actitud más reflexiva refuerza la necesidad de que las marcas ofrezcan un valor real, sostenido y tangible para recuperar la confianza del consumidor. La fidelidad de las marcas ya no puede darse por sentada, sino que hay que ganársela cada día”.
Con todo, aún existe un 65% de consumidores que siguen considerando que las marcas son importantes, pero la lealtad ya no se da por sentada: debe ganarse cada día con propuestas auténticas centradas en el cliente.
Según el informe EY Future Consumer Index 2025, las marcas en general no solo están perdiendo cuota de mercado, sino también estatus, ya que los consumidores priorizan el precio, la calidad y la confianza, por encima de la familiaridad con una marca.