Tras un año marcado por la subida de los costes a causa de la inflación y las complicaciones en las cadenas de suministros, el Black Friday (25 de noviembre) y su homólogo 100% online, Ciber Monday (el día 28), se presentan como una oportunidad para los negocios para incrementar sus ventas, especialmente en el ámbito del e-commerce.

Sin embargo, las cifras apuntan a que las pequeñas empresas y los autónomos españoles están aún lejos de poder aprovechar todo el potencial de estas fechas. BeeDIGITAL señala que el 93% de las webs de Pymes no permite la compra online, el 60% no aparece en la primera página de resultados de Google y el 95% en los de Google Maps.

“Los hábitos de consumo son, ahora, prácticamente digitales en su totalidad. Gran parte de las compras son online, especialmente en campañas de descuentos, como Black Friday, donde el acudir a tienda implica enfrentarse a largas colas y escasez de artículos”, explica Javier Castro, CEO de BeeDIGITAL. “Además, Internet también forma parte del proceso de compra de quienes siguen optando por la opción física, ya que en la mayoría de los casos previamente a la compra, consultan y comparan diferentes opciones de forma online”.

Pese a la evolución del e-commerce como herramienta, prácticamente generalizada, de consumo (el 90% de las compras se inicia en el entorno online), las Pymes no están avanzando al mismo ritmo que el mercado, ni de forma homogénea entre los diferentes sectores y territorios.

El 31% de los pequeños negocios afirma haber implementado herramientas de e-commerce en su web; sin embargo, la realidad es que solo el 6% ofrece funcionalidades efectivas para ello. Una de las principales razones detrás de esta diferencia es que muchas empresas no mantienen su página correctamente actualizada, mermando la rentabilidad de su inversión en digitalización.

Por actividad, las Pymes de retail son las que más han avanzado en estrategias de venta online. El 24% de las webs de negocios de piel, marroquinería y calzado incluyen e-commerce; le siguen, joyería, artículos para deporte y juegos (23%) y textil y confección (18%). Cierran la lista la metalurgia (2%), los servicios diversos para empresas y particulares (2%); y la construcción y las administraciones locales (1%).