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El pasado 28 de abril, España y Portugal vivieron uno de los apagones más graves de su historia reciente. Una caída brusca en la generación eléctrica provocó la interrupción del suministro en casi todo el territorio, dejando a millones de ciudadanos sin energía durante horas. La crisis afectó infraestructuras críticas, empresas, hogares y medios de transporte, paralizando el día a día de aproximadamente 60 millones de personas.
Las investigaciones sobre el incidente continúan, pero los expertos ya advierten que la creciente electrificación de la economía y la sociedad hace imprescindible adoptar medidas para reducir la vulnerabilidad ante estos fallos masivos. Las estimaciones preliminares sitúan el impacto económico del apagón entre los 2.000 y 4.000 millones de euros, reflejando la magnitud del daño a la productividad y la actividad empresarial.
Ante este tipo de emergencias, los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI/UPS) se posicionan como una de las soluciones más eficaces para mitigar los efectos de los cortes eléctricos. Estos equipos almacenan energía para mantener la continuidad del suministro, evitando interrupciones repentinas que pueden afectar desde infraestructuras críticas hasta dispositivos tecnológicos sensibles.
Los generadores eléctricos, a menudo considerados una alternativa, no pueden impedir el impacto inicial del apagón sin el apoyo de un sistema de respaldo inmediato como el SAI/UPS. Empresas especializadas en protección energética, como Salicru, han desarrollado modelos con autonomías de hasta diez horas, utilizando distintas tecnologías de baterías, como plomo-calcio, níquel-cadmio e ion de litio.
Tal y como advierten desde Salicru, el apagón del 28 de abril sirve como un recordatorio de que la prevención y la inversión en sistemas de respaldo eléctrico serán clave en la era de la electrificación. Para evitar futuras crisis, se necesitarán estrategias de redundancia y mayor preparación en sectores clave que dependen de un suministro estable. Las empresas y ciudadanos deberán considerar alternativas para proteger sus operaciones y actividades frente a la posibilidad de nuevas interrupciones en el futuro cercano".